viernes, 1 de noviembre de 2013

dolor

Qué te voy a hacer dolor,
escribirte para expulsarte,
usarte dolor como una artista
y no parar de escribir dolor,
de decirlo para desdecirte,
o callarte dolor
y llevarte a cuestas
al trabajo, a todas las casas,
acunarte en brazos otros
y amansarte dolor,
ayudarte, tenerte pena,
llorarte cuando haya que llorar,
cuando la caída y la rendición
o pelearme
todas las noches 
todos los días
furiosa contra el dolor,
cantar, gritar, gemir dolor,
premiarme con dolor
como una sobreviviente
que exhibe cicatrices,
o tenerlo por cosa mía,
como consigna adherida
a mi candor, dolor,
identificarme,
dignificarme en vos
o desmentirte, dolor
con vanidad y desengaño,
augurios, promesas, justicias
o pensarte mucho dolor,
darte sentido
didáctico, metafísico, etario
conversar dolor, desdeñarte
con cigarrillos y explicaciones,
hacerte más pequeño
y empujarte a la cama
hasta dormirme,
agotada, de dolor?
un poco todo voy a pedir
que me ayuden a hacerte
dolor mío voy a hacerte
todo lo que pueda un poco,
porque partimos de que estás
y de que qué voy a hacerle,
de que estás y no tenes
más trabajo que doler,
como el amor no puede
hacer otra cosa que amar,
que doler, y la vida
no hace más que seguir,
que doler, que amar,
esta vida de mi
transida de dolor,
de amor, de hacer,
de doler,
desencajada
alma mía 
cuerpeando
tan herida
por todo su vivir

cajas

Mañana llegan las cajas con mis cosas. Parte de mis cosas, las que embalé cuando no estabas. Las que empujé hasta la calle. Las otras las tenes vos. Algunas podrías devolvérmelas y no lo harías. Otras, un poco más abstractas, nadie ya podría dármelas. Vamos a ejercer esta parodia otra vez en familia, de meter y desarmar cajas, como si se tratara de eso y punto. Como cuando se entiende que hay un muerto y practicamos la costumbre de ponerlo en un algún lado y salir a comer. Vamos a esconder bultos en habitaciones vacías. Vamos a apretar mi ropa en los cajones de mi infancia. Redistribuiremos electrodomésticos, útiles. Vamos a mezclar nuestros porcelanatos con las alpacas de bodas de mis padres. Vamos a mezclar vasos hasta que se rompan de a uno y vayan quedando juegos ridículos. Así con cada cosa. Algunos establecerán naturalmente, una continuidad. Yo no. Yo voy a oler por todas partes el fracaso. Yo voy a poner tu herida absurda en cada objeto. Voy a abrazarlos porque son míos y voy a querer romperlos porque eran nuestros. Hablo de cosas chiquitas. Cosas que nunca apreciaste y que entonces nunca entenderías. Cosas chiquitas que para mi eran, significan muchas otras. Mañana. El simple acto de lavar un muerto. Porque sucede que no existe un lenguaje para el dolor. Entonces vamos a disimular. Yo voy a ser nena grande y contenerme. Me van a seguir doliendo las costillas por no llorar. Voy a cargar el tema de las cajitas sobre los hombros. Pequeña como soy, voy a cargar con todo, sola, como decretaste, como tiene que ser. Voy a separarme del suelo con las puntas de los pies y voy a empujar el aire con la frente. Me voy a gastar los dientes de tanto apretar el dolor. Voy a cargar con todas estas cosas sola, como vos no podrías, pequeña como soy. Y voy a hablar de estas tímidas confesiones, como vos dirías que los autores de verdad no harían nunca, tan lejos de vos que estoy. Y voy a seguir escribiendo a ver si logro redondear las piedras, escribir como quien busca un diccionario para el dolor.

martes, 15 de octubre de 2013

A veces quiero 
que sea de noche 
toda la noche
que nunca se termine
una noche de calor
pura como la sed
o el hambre
una noche que
transcurra
en la ansiedad
en la pulsión erótica
de vivir o de morir
a veces quiero que sea
de día todo el día
que nunca decline
el sol de un día
alegre como las plazas
un día que
esté siempre a punto de
despertar con la dulce
impunidad de ser joven
a veces quiero
partir como se parte
cada noche o cada día
y no volver a nada
ni a comer, ni a dormir
ni hacer una cosa
porque la pasión, 
la paz o el alivio
porque la belleza
no dura más
que una noche
no más que un día
porque yo quiero
porque yo necesito
vivir y la vida
nunca dura
una vida entera



lunes, 7 de octubre de 2013

sefiní
debe haber otra que te amó en mí
yo ya no te veo
no sé, ese que ví
lo debí haber inventado
y ahora quiero
inventar otras cosas
poemas, lecturas
cosas que me gustan
tengo esto
ansiedad
libertades
como decir cosa
adentro de un poema
y que no me importe
lo bonito
ni lo elaborado del asunto
ni siquiera la metáfora
de lo bonito o de
lo elaborado del asunto
ni siquiera disfrazar la cosa
de lo simple
para que piensen en mi
se entiende?
no me importa
tengo esto
diferencias
suavidades animales
me divierte
lamer indicios
aferrarme a lo q es vivo
y me aburre
pensar en vos
para solucionar qué cosa
para solucionarme
incluso cuando flaqueo
o me siento sola
sigo redondeando
la palabra cosa
adentro de un poema
cosa muy punible
para vos
y bellamente
no me importa
así que si lloro
si tiemblo
no sé, no es nada
ese que ví lo inventé
yo hago lindos inventos
es más, el mundo está lleno
de inventos preciosos
siempre me sobró
hambre para esto
el mundo está lleno
de tipos preciosos
que no son el amor
de la vida de nadie
y que no leen mis poemas
y que no me dicen
que la palabra cosa
es fea, cosa punible
no sé, me divierte
lamer indicios
dulzuras animales
ahí, nunca estás
y después para qué extrañar
una mascarita adornada
de colores que te daba yo
ahí es cuando la cosa
es otra vez simple
se entiende?
no me importa
yo ya no te veo
debe haber sido otra que te amó en mí


y sefiní.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Esa que entra a las habitaciones un paso delante de sí misma Oye su risa, aprende sus gestos. Responde a las voces familiares. Comienza dócilmente los años del después. Halla en un espejo a oscuras sus pupilas dilatadas. Se coloca junto a ellas. Se reconstruye desde su perfil más puro. La extrañeza del espejo le devuelve visos de carne, huesos. No es sólo como si no hubieras existido nunca. Es como si no hubiera nada más que una sombra en el último fragmento de mi. Como lázaro detrás de la piedra, adhiero lentamente a mi nombre la que yo era cortándome la que fui.

martes, 24 de septiembre de 2013

profecía

Es en la constancia de estas manos
ya ofrecidas, ya rechazadas, 
es en esta promesa
que tan enteramente
te cumplí
que lo porvenir resbala
te di todo lo que yo iba a ser
todo lo que yo seré te daba
mi memoria es mi utopía
lo que viví era mi esperanza
y estoy sola sosteniéndote
como levanta una bandera
una anciana
con la ropa fiel
de su finadito
y es el extenuado caudal
de su ternura
que incesante resbala
de esas manos
ya ofrecidas, terminadas.

queda

Queda escribir
para nadie
queda atar
un miserable hilo de mi
al acto de escribir
porque las palabras
las tuyas
se han vuelto
ausencia
y odio
y mentiras
y también dolor
dolor sin fondo
y me queda
atar este hilo de mi
para no salir volando
para acometer
la simple estupidez
de estar
porque las palabras
las mías
se han vuelto
impotencia
y fracaso
y estupidez
y siempre amor

dolor sin fondo